La historia del grupo más antiguo que adora a la Candelaria
Los sicuris del barrio Mañazo llevan 119 años tocando y bailando. Se presentaron con otros 70 grupos en el concurso de trajes de luces
Mañazo, en las alturas de la ciudad de Puno, es un barrio de matarifes, de gente recia desde tiempos preíncas. Personas que tocaban el sicu de caña, luego llamado zampoña, para acompañar a los guerreros y darles fuerza. Gente que, en tiempos de conquista, no abandonó su espíritu fiero y siguió cantando, tocando, bailando.
Los antiguos mañaceños decidieron ponerle un nombre a su grupo hace 119 años: Los Sicuris del Barrio Mañazo. Con varias cañas y un solo bombo, tocaban para honrar a la Virgen de la Candelaria antes de que la fiebre del carnaval llegara a Puno.
“Nosotros existimos para servir a la Virgen”, dice Raimundo Yucra, con 63 años en el conjunto. Desde que fue creado oficialmente, el grupo no tiene otra función en la fiesta a la Mamacha del Altiplano.
Es por eso que antes de ensayar, los sicuris se reúnen para pedirle permiso, para alabarla con melodías dulces y bailarle sin coreografías aprendidas, solo con pasos que les brotan de los pies. “Mañazo es tradición, es el papá de todos los demás conjuntos”, agrega con voz solemne.
TRADICIONES
Patriarcas mañaceños ya no quedan muchos. Está Silverio Yucra, leyenda viva, que con 92 años ya no puede seguir tocando el sicu. También están los bailarines, complemento de su música. Entre ellos se encuentra don Raimundo, quien también desde hace décadas se encarga de hacer el pago a la tierra. Esto se realiza en la madrugada del primer jueves de febrero, luego de la primera procesión de la Candelaria. “Le pedimos que ninguna desgracia enturbie la fiesta, linda Madrecita”, dice con cariño.
Don Raimundo vitorea a su grupo luego del sacrificio de dos toros y la incineración de las ofrendas con hojas de coca. “Mañazo no hay caso, fuerza Mañazo”, grita emocionado, como si el alma se le fuera a salir si no lo hace.
LAS PRIMERAS TONADAS
En los días de ensayo, Edward Flores no abandona su sicu. A sus 9 años, ya ha tocado 4 en esta agrupación y cada vez que se acerca febrero le pide a su mamá que lo lleve a Mañazo, aunque él es de Bellavista. Él, que ya eligió ser sicuri, toca más fuerte para no ser opacado por los más grandes y sigue las indicaciones de Carla Ticona, la guía de este año.
Con Carla, los sicuris tienen a su primera guía mujer. De 22 años, tiene una voz amable que se transforma en una fuerza incontenible cuando tiene el sicu entre las manos. Ella asumió desde hace cuatro años el reto de ser sicuri y esta vez es la líder de los 150 músicos del grupo.
MÚSICA HASTA EL CIELO
Un día antes del concurso de trajes de luces, que se realizó ayer, los sicuris suben al cerro Huaj-sapata de madrugada para alabar a la Virgen. Lourdes Tapia, de 53 años, llega hasta las lágrimas al escuchar la música de los sicus. “Bailo desde los 4 años, pero hace 10 paré. Ahora he vuelto para agradarle a la Mamita”, solloza.
El domingo de concurso llegó. Adornados con chalecos de perlas, pantalones de raso y sombreros con plumas, los sicuris bajan cantando y tocando. “Siempre cantaremos al ritmo de las zampoñas, linda mañaceña”. La lluvia que no ha cesado desde el sábado se detiene por unos segundos mientras ellos descienden. La Virgen quiere oír lo que sus primogénitos tienen que decirle.
MÁS DATOS
Todo por la Mamita Candelaria. El conjunto de sicuris del barrio Mañazo es el primer grupo que adoró a la Mamita en tiempos de fiesta. Ayer se lució en el concurso de trajes de luces.
El estadio Enrique Torres Belón albergó por diez horas a los 70 grupos de danza que participaron en el concurso de trajes de luces.
El puntaje logrado por los sicuris de Mañazo fue de 50,2 sobre 60 puntos.
Hoy se realizará la parada de veneración en las calles de Puno. Esta es la segunda parte del concurso.
La gente de Mañazo, en tiempo de los incas, era la encargada de abastecer Punuy-pampa, tambo ubicado en el camino inca que cruzaba Puno y se dirigía a Bolivia.
Los sicuris de Mañazo reciben a los extranjeros, a los que les dan casa y comida y comparten la fiesta con ellos.
Las celebraciones por la Candelaria terminan este 14 de febrero.
Mañazo, en las alturas de la ciudad de Puno, es un barrio de matarifes, de gente recia desde tiempos preíncas. Personas que tocaban el sicu de caña, luego llamado zampoña, para acompañar a los guerreros y darles fuerza. Gente que, en tiempos de conquista, no abandonó su espíritu fiero y siguió cantando, tocando, bailando.
Los antiguos mañaceños decidieron ponerle un nombre a su grupo hace 119 años: Los Sicuris del Barrio Mañazo. Con varias cañas y un solo bombo, tocaban para honrar a la Virgen de la Candelaria antes de que la fiebre del carnaval llegara a Puno.
“Nosotros existimos para servir a la Virgen”, dice Raimundo Yucra, con 63 años en el conjunto. Desde que fue creado oficialmente, el grupo no tiene otra función en la fiesta a la Mamacha del Altiplano.
Es por eso que antes de ensayar, los sicuris se reúnen para pedirle permiso, para alabarla con melodías dulces y bailarle sin coreografías aprendidas, solo con pasos que les brotan de los pies. “Mañazo es tradición, es el papá de todos los demás conjuntos”, agrega con voz solemne.
TRADICIONES
Patriarcas mañaceños ya no quedan muchos. Está Silverio Yucra, leyenda viva, que con 92 años ya no puede seguir tocando el sicu. También están los bailarines, complemento de su música. Entre ellos se encuentra don Raimundo, quien también desde hace décadas se encarga de hacer el pago a la tierra. Esto se realiza en la madrugada del primer jueves de febrero, luego de la primera procesión de la Candelaria. “Le pedimos que ninguna desgracia enturbie la fiesta, linda Madrecita”, dice con cariño.
Don Raimundo vitorea a su grupo luego del sacrificio de dos toros y la incineración de las ofrendas con hojas de coca. “Mañazo no hay caso, fuerza Mañazo”, grita emocionado, como si el alma se le fuera a salir si no lo hace.
LAS PRIMERAS TONADAS
En los días de ensayo, Edward Flores no abandona su sicu. A sus 9 años, ya ha tocado 4 en esta agrupación y cada vez que se acerca febrero le pide a su mamá que lo lleve a Mañazo, aunque él es de Bellavista. Él, que ya eligió ser sicuri, toca más fuerte para no ser opacado por los más grandes y sigue las indicaciones de Carla Ticona, la guía de este año.
Con Carla, los sicuris tienen a su primera guía mujer. De 22 años, tiene una voz amable que se transforma en una fuerza incontenible cuando tiene el sicu entre las manos. Ella asumió desde hace cuatro años el reto de ser sicuri y esta vez es la líder de los 150 músicos del grupo.
MÚSICA HASTA EL CIELO
Un día antes del concurso de trajes de luces, que se realizó ayer, los sicuris suben al cerro Huaj-sapata de madrugada para alabar a la Virgen. Lourdes Tapia, de 53 años, llega hasta las lágrimas al escuchar la música de los sicus. “Bailo desde los 4 años, pero hace 10 paré. Ahora he vuelto para agradarle a la Mamita”, solloza.
El domingo de concurso llegó. Adornados con chalecos de perlas, pantalones de raso y sombreros con plumas, los sicuris bajan cantando y tocando. “Siempre cantaremos al ritmo de las zampoñas, linda mañaceña”. La lluvia que no ha cesado desde el sábado se detiene por unos segundos mientras ellos descienden. La Virgen quiere oír lo que sus primogénitos tienen que decirle.
MÁS DATOS
Todo por la Mamita Candelaria
El conjunto de sicuris del barrio Mañazo es el primer grupo que adoró a la Mamita en tiempos de fiesta. Ayer se lució en el concurso de trajes de luces.
El estadio Enrique Torres Belón albergó por diez horas a los 70 grupos de danza que participaron en el concurso de trajes de luces.
El puntaje logrado por los sicuris de Mañazo fue de 50,2 sobre 60 puntos.
Hoy se realizará la parada de veneración en las calles de Puno. Esta es la segunda parte del concurso.
La gente de Mañazo, en tiempo de los incas, era la encargada de abastecer Punuy-pampa, tambo ubicado en el camino inca que cruzaba Puno y se dirigía a Bolivia.
Los sicuris de Mañazo reciben a los extranjeros, a los que les dan casa y comida y comparten la fiesta con ellos.
Las celebraciones por la Candelaria terminan este 14 de febrero.
Por : VANESSA ROMO ESPINOZA
http://m.elcomercio.pe/peru/710064/noticia-fotos-historia-grupo-mas-antiguo-que-adora-candelaria
Mañazo, en las alturas de la ciudad de Puno, es un barrio de matarifes, de gente recia desde tiempos preíncas. Personas que tocaban el sicu de caña, luego llamado zampoña, para acompañar a los guerreros y darles fuerza. Gente que, en tiempos de conquista, no abandonó su espíritu fiero y siguió cantando, tocando, bailando.
Los antiguos mañaceños decidieron ponerle un nombre a su grupo hace 119 años: Los Sicuris del Barrio Mañazo. Con varias cañas y un solo bombo, tocaban para honrar a la Virgen de la Candelaria antes de que la fiebre del carnaval llegara a Puno.
“Nosotros existimos para servir a la Virgen”, dice Raimundo Yucra, con 63 años en el conjunto. Desde que fue creado oficialmente, el grupo no tiene otra función en la fiesta a la Mamacha del Altiplano.
Es por eso que antes de ensayar, los sicuris se reúnen para pedirle permiso, para alabarla con melodías dulces y bailarle sin coreografías aprendidas, solo con pasos que les brotan de los pies. “Mañazo es tradición, es el papá de todos los demás conjuntos”, agrega con voz solemne.
TRADICIONES
Patriarcas mañaceños ya no quedan muchos. Está Silverio Yucra, leyenda viva, que con 92 años ya no puede seguir tocando el sicu. También están los bailarines, complemento de su música. Entre ellos se encuentra don Raimundo, quien también desde hace décadas se encarga de hacer el pago a la tierra. Esto se realiza en la madrugada del primer jueves de febrero, luego de la primera procesión de la Candelaria. “Le pedimos que ninguna desgracia enturbie la fiesta, linda Madrecita”, dice con cariño.
Don Raimundo vitorea a su grupo luego del sacrificio de dos toros y la incineración de las ofrendas con hojas de coca. “Mañazo no hay caso, fuerza Mañazo”, grita emocionado, como si el alma se le fuera a salir si no lo hace.
LAS PRIMERAS TONADAS
En los días de ensayo, Edward Flores no abandona su sicu. A sus 9 años, ya ha tocado 4 en esta agrupación y cada vez que se acerca febrero le pide a su mamá que lo lleve a Mañazo, aunque él es de Bellavista. Él, que ya eligió ser sicuri, toca más fuerte para no ser opacado por los más grandes y sigue las indicaciones de Carla Ticona, la guía de este año.
Con Carla, los sicuris tienen a su primera guía mujer. De 22 años, tiene una voz amable que se transforma en una fuerza incontenible cuando tiene el sicu entre las manos. Ella asumió desde hace cuatro años el reto de ser sicuri y esta vez es la líder de los 150 músicos del grupo.
MÚSICA HASTA EL CIELO
Un día antes del concurso de trajes de luces, que se realizó ayer, los sicuris suben al cerro Huaj-sapata de madrugada para alabar a la Virgen. Lourdes Tapia, de 53 años, llega hasta las lágrimas al escuchar la música de los sicus. “Bailo desde los 4 años, pero hace 10 paré. Ahora he vuelto para agradarle a la Mamita”, solloza.
El domingo de concurso llegó. Adornados con chalecos de perlas, pantalones de raso y sombreros con plumas, los sicuris bajan cantando y tocando. “Siempre cantaremos al ritmo de las zampoñas, linda mañaceña”. La lluvia que no ha cesado desde el sábado se detiene por unos segundos mientras ellos descienden. La Virgen quiere oír lo que sus primogénitos tienen que decirle.
MÁS DATOS
Todo por la Mamita Candelaria. El conjunto de sicuris del barrio Mañazo es el primer grupo que adoró a la Mamita en tiempos de fiesta. Ayer se lució en el concurso de trajes de luces.
El estadio Enrique Torres Belón albergó por diez horas a los 70 grupos de danza que participaron en el concurso de trajes de luces.
El puntaje logrado por los sicuris de Mañazo fue de 50,2 sobre 60 puntos.
Hoy se realizará la parada de veneración en las calles de Puno. Esta es la segunda parte del concurso.
La gente de Mañazo, en tiempo de los incas, era la encargada de abastecer Punuy-pampa, tambo ubicado en el camino inca que cruzaba Puno y se dirigía a Bolivia.
Los sicuris de Mañazo reciben a los extranjeros, a los que les dan casa y comida y comparten la fiesta con ellos.
Las celebraciones por la Candelaria terminan este 14 de febrero.
Mañazo, en las alturas de la ciudad de Puno, es un barrio de matarifes, de gente recia desde tiempos preíncas. Personas que tocaban el sicu de caña, luego llamado zampoña, para acompañar a los guerreros y darles fuerza. Gente que, en tiempos de conquista, no abandonó su espíritu fiero y siguió cantando, tocando, bailando.
Los antiguos mañaceños decidieron ponerle un nombre a su grupo hace 119 años: Los Sicuris del Barrio Mañazo. Con varias cañas y un solo bombo, tocaban para honrar a la Virgen de la Candelaria antes de que la fiebre del carnaval llegara a Puno.
“Nosotros existimos para servir a la Virgen”, dice Raimundo Yucra, con 63 años en el conjunto. Desde que fue creado oficialmente, el grupo no tiene otra función en la fiesta a la Mamacha del Altiplano.
Es por eso que antes de ensayar, los sicuris se reúnen para pedirle permiso, para alabarla con melodías dulces y bailarle sin coreografías aprendidas, solo con pasos que les brotan de los pies. “Mañazo es tradición, es el papá de todos los demás conjuntos”, agrega con voz solemne.
TRADICIONES
Patriarcas mañaceños ya no quedan muchos. Está Silverio Yucra, leyenda viva, que con 92 años ya no puede seguir tocando el sicu. También están los bailarines, complemento de su música. Entre ellos se encuentra don Raimundo, quien también desde hace décadas se encarga de hacer el pago a la tierra. Esto se realiza en la madrugada del primer jueves de febrero, luego de la primera procesión de la Candelaria. “Le pedimos que ninguna desgracia enturbie la fiesta, linda Madrecita”, dice con cariño.
Don Raimundo vitorea a su grupo luego del sacrificio de dos toros y la incineración de las ofrendas con hojas de coca. “Mañazo no hay caso, fuerza Mañazo”, grita emocionado, como si el alma se le fuera a salir si no lo hace.
LAS PRIMERAS TONADAS
En los días de ensayo, Edward Flores no abandona su sicu. A sus 9 años, ya ha tocado 4 en esta agrupación y cada vez que se acerca febrero le pide a su mamá que lo lleve a Mañazo, aunque él es de Bellavista. Él, que ya eligió ser sicuri, toca más fuerte para no ser opacado por los más grandes y sigue las indicaciones de Carla Ticona, la guía de este año.
Con Carla, los sicuris tienen a su primera guía mujer. De 22 años, tiene una voz amable que se transforma en una fuerza incontenible cuando tiene el sicu entre las manos. Ella asumió desde hace cuatro años el reto de ser sicuri y esta vez es la líder de los 150 músicos del grupo.
MÚSICA HASTA EL CIELO
Un día antes del concurso de trajes de luces, que se realizó ayer, los sicuris suben al cerro Huaj-sapata de madrugada para alabar a la Virgen. Lourdes Tapia, de 53 años, llega hasta las lágrimas al escuchar la música de los sicus. “Bailo desde los 4 años, pero hace 10 paré. Ahora he vuelto para agradarle a la Mamita”, solloza.
El domingo de concurso llegó. Adornados con chalecos de perlas, pantalones de raso y sombreros con plumas, los sicuris bajan cantando y tocando. “Siempre cantaremos al ritmo de las zampoñas, linda mañaceña”. La lluvia que no ha cesado desde el sábado se detiene por unos segundos mientras ellos descienden. La Virgen quiere oír lo que sus primogénitos tienen que decirle.
MÁS DATOS
Todo por la Mamita Candelaria
El conjunto de sicuris del barrio Mañazo es el primer grupo que adoró a la Mamita en tiempos de fiesta. Ayer se lució en el concurso de trajes de luces.
El estadio Enrique Torres Belón albergó por diez horas a los 70 grupos de danza que participaron en el concurso de trajes de luces.
El puntaje logrado por los sicuris de Mañazo fue de 50,2 sobre 60 puntos.
Hoy se realizará la parada de veneración en las calles de Puno. Esta es la segunda parte del concurso.
La gente de Mañazo, en tiempo de los incas, era la encargada de abastecer Punuy-pampa, tambo ubicado en el camino inca que cruzaba Puno y se dirigía a Bolivia.
Los sicuris de Mañazo reciben a los extranjeros, a los que les dan casa y comida y comparten la fiesta con ellos.
Las celebraciones por la Candelaria terminan este 14 de febrero.
Por : VANESSA ROMO ESPINOZA
http://m.elcomercio.pe/peru/710064/noticia-fotos-historia-grupo-mas-antiguo-que-adora-candelaria
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